Zürcher Nachrichten - ¿Recesión necesaria en EE.UU.?

EUR -
AED 4.29233
AFN 81.060934
ALL 97.871028
AMD 449.659898
ANG 2.091479
AOA 1071.624536
ARS 1494.697157
AUD 1.782689
AWG 2.104101
AZN 1.989856
BAM 1.958222
BBD 2.364224
BDT 141.685208
BGN 1.957427
BHD 0.440577
BIF 3488.9144
BMD 1.16862
BND 1.499654
BOB 8.120041
BRL 6.531186
BSD 1.170948
BTN 100.606271
BWP 15.623387
BYN 3.832039
BYR 22904.954325
BZD 2.352109
CAD 1.599783
CDF 3372.63756
CHF 0.930809
CLF 0.029493
CLP 1131.785508
CNY 8.375792
CNH 8.385323
COP 4686.750986
CRC 591.03087
CUC 1.16862
CUP 30.968433
CVE 110.402469
CZK 24.66174
DJF 208.517854
DKK 7.463512
DOP 70.547239
DZD 151.84582
EGP 57.799791
ERN 17.529302
ETB 160.326046
FJD 2.626181
FKP 0.863674
GBP 0.869471
GEL 3.167044
GGP 0.863674
GHS 12.178059
GIP 0.863674
GMD 83.561478
GNF 10158.562104
GTQ 8.9952
GYD 244.882823
HKD 9.173615
HNL 30.631009
HRK 7.534912
HTG 153.690054
HUF 400.085306
IDR 19036.588008
ILS 3.91829
IMP 0.863674
INR 100.328958
IQD 1533.896821
IRR 49213.516854
ISK 142.396501
JEP 0.863674
JMD 187.59278
JOD 0.828573
JPY 172.475459
KES 151.289994
KGS 102.191849
KHR 4692.803132
KMF 493.449547
KPW 1051.758459
KRW 1613.233652
KWD 0.35699
KYD 0.975807
KZT 614.439818
LAK 25237.208397
LBP 104915.839195
LKR 352.305662
LRD 234.772329
LSL 20.916065
LTL 3.450631
LVL 0.706886
LYD 6.34785
MAD 10.535929
MDL 19.835529
MGA 5186.43575
MKD 61.606182
MMK 2454.101562
MNT 4188.573728
MOP 9.467708
MRU 46.484483
MUR 53.101452
MVR 17.999567
MWK 2030.419509
MXN 21.875365
MYR 4.968964
MZN 74.745298
NAD 20.916065
NGN 1793.095467
NIO 43.093289
NOK 11.835316
NPR 160.969055
NZD 1.952922
OMR 0.44933
PAB 1.170948
PEN 4.162147
PGK 4.84303
PHP 66.323279
PKR 333.277532
PLN 4.251682
PYG 9071.217491
QAR 4.268915
RON 5.080226
RSD 117.128458
RUB 91.150839
RWF 1691.99957
SAR 4.383007
SBD 9.722405
SCR 17.15469
SDG 701.780102
SEK 11.22178
SGD 1.497184
SHP 0.918352
SLE 26.297793
SLL 24505.38419
SOS 669.230435
SRD 43.479096
STD 24188.077021
SVC 10.24567
SYP 15194.381516
SZL 20.91186
THB 37.894882
TJS 11.305477
TMT 4.101857
TND 3.430772
TOP 2.737022
TRY 47.001552
TTD 7.947828
TWD 34.247928
TZS 3044.255927
UAH 48.968764
UGX 4196.189018
USD 1.16862
UYU 47.589256
UZS 14771.266186
VES 133.437463
VND 30536.0437
VUV 139.822081
WST 3.044848
XAF 656.771976
XAG 0.030542
XAU 0.000348
XCD 3.158254
XDR 0.816814
XOF 656.769162
XPF 119.331742
YER 282.046189
ZAR 20.882544
ZMK 10518.98595
ZMW 27.165593
ZWL 376.295201

¿Recesión necesaria en EE.UU.?




La economía estadounidense atraviesa un momento de incertidumbre en 2025, marcado por un crecimiento económico ralentizado y temores crecientes sobre una posible recesión. En el primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo un 0,3%, un cambio drástico tras un crecimiento del 2,4% en el último trimestre de 2024. Este retroceso ha avivado debates sobre si esta desaceleración podría ser un ajuste necesario para corregir desequilibrios económicos o si, por el contrario, representa un riesgo mayor para la estabilidad global.

El principal catalizador de esta situación parece ser la política comercial impulsada por la administración actual, caracterizada por la imposición de aranceles significativos a las importaciones. Estas medidas, destinadas a proteger la industria local, han generado efectos no deseados. Las empresas, anticipándose a los aranceles, aumentaron masivamente las importaciones a principios de 2025, lo que contribuyó al descenso del PIB al inflar el déficit comercial. Sin embargo, tras la entrada en vigor de los aranceles en abril, el consumo se ha estancado, ya que los hogares, preocupados por el aumento de precios, han reducido sus gastos. El índice de confianza del consumidor, que mide el optimismo económico, cayó a su segundo nivel más bajo desde 1952, reflejando una creciente inquietud entre los estadounidenses.

El mercado laboral, tradicionalmente un pilar de la economía estadounidense, también muestra signos de debilitamiento. Aunque la tasa de desempleo se mantenía en un sólido 4% a inicios de 2025, equivalente al pleno empleo, las proyecciones indican que podría alcanzar el 5% en 2026. Este aumento, aunque modesto, implica una transición hacia el desempleo involuntario, lo que podría agravar la percepción de inseguridad económica. Además, los consumidores, enfrentados a la posibilidad de alzas en los precios debido a los aranceles, están optando por acumular existencias de bienes, un comportamiento que impulsa las ventas a corto plazo, pero que no es sostenible.

En los mercados financieros, la volatilidad se ha disparado. Los inversores, desconcertados por la incertidumbre en la política comercial, han adoptado una postura cautelosa, lo que se refleja en un índice de "miedo y codicia" que permanece en niveles de "miedo extremo" desde marzo. Esta desconfianza ha llevado a pérdidas significativas en los mercados bursátiles, afectando especialmente a los ahorros de muchos ciudadanos, que en su mayoría están invertidos en acciones a través de fondos de pensiones.

Sin embargo, algunos analistas argumentan que esta desaceleración podría ser un mal necesario. La economía estadounidense, que ha disfrutado de un crecimiento robusto en los últimos años, podría estar enfrentando una corrección para enfriar sectores sobrecalentados, como el consumo excesivo y la acumulación de deuda pública. Los programas de estímulo masivo implementados en años anteriores han mantenido a flote la economía, pero a costa de un aumento en la deuda nacional. Una recesión controlada, según esta perspectiva, podría permitir un reequilibrio sin caer en una crisis prolongada.

Por otro lado, los críticos advierten que los riesgos son considerables. La incertidumbre generada por la política comercial no solo afecta a Estados Unidos, sino que tiene repercusiones globales. Las represalias comerciales de socios como China y Europa podrían agravar la situación, reduciendo el crecimiento económico mundial. Además, la inflación, que había disminuido significativamente desde su pico en 2022, podría repuntar debido a los costos adicionales impuestos por los aranceles, lo que complicaría las decisiones de la Reserva Federal sobre las tasas de interés.

A pesar de estas preocupaciones, no todos los indicadores son negativos. Algunos sectores, como el consumo interno, han mostrado resistencia, impulsados por compras anticipadas de bienes duraderos. Asimismo, la economía estadounidense sigue siendo una de las más dinámicas del mundo, con una capacidad comprobada para adaptarse a desafíos. La pregunta clave es si esta desaceleración será un ajuste pasajero o el preludio de una recesión más profunda.

En conclusión, la situación económica de Estados Unidos en 2025 plantea un dilema complejo. Mientras algunos ven en esta ralentización una oportunidad para corregir excesos, otros temen que las políticas actuales puedan desencadenar una crisis más severa. La respuesta dependerá de cómo evolucione la confianza de los consumidores, la estabilidad de los mercados y la capacidad de las autoridades para mitigar los impactos de las tensiones comerciales. Por ahora, el mundo observa con atención, consciente de que las decisiones tomadas en Washington tendrán ecos mucho más allá de sus fronteras.