Zürcher Nachrichten - Elecciones presidenciales de EEUU 2024

EUR -
AED 4.277061
AFN 76.950546
ALL 96.512644
AMD 444.304954
ANG 2.084732
AOA 1067.955685
ARS 1678.804789
AUD 1.753535
AWG 2.09777
AZN 1.982129
BAM 1.955052
BBD 2.344802
BDT 142.412867
BGN 1.955104
BHD 0.439041
BIF 3439.783382
BMD 1.164619
BND 1.508116
BOB 8.044886
BRL 6.22477
BSD 1.164154
BTN 104.671486
BWP 15.467013
BYN 3.347019
BYR 22826.536869
BZD 2.341394
CAD 1.616631
CDF 2597.100737
CHF 0.936267
CLF 0.027301
CLP 1070.960313
CNY 8.23578
CNH 8.234458
COP 4432.074934
CRC 568.68233
CUC 1.164619
CUP 30.86241
CVE 110.205311
CZK 24.214239
DJF 207.30976
DKK 7.468476
DOP 74.51148
DZD 151.354966
EGP 55.402913
ERN 17.469288
ETB 180.576207
FJD 2.634353
FKP 0.872138
GBP 0.87294
GEL 3.121621
GGP 0.872138
GHS 13.242874
GIP 0.872138
GMD 85.017455
GNF 10114.521851
GTQ 8.917587
GYD 243.565727
HKD 9.067021
HNL 30.662264
HRK 7.530546
HTG 152.401666
HUF 381.989861
IDR 19432.836438
ILS 3.753574
IMP 0.872138
INR 104.748008
IQD 1525.116243
IRR 49059.585596
ISK 148.780327
JEP 0.872138
JMD 186.338677
JOD 0.825743
JPY 180.89856
KES 150.585942
KGS 101.845792
KHR 4661.19586
KMF 491.468929
KPW 1048.149375
KRW 1714.796633
KWD 0.357445
KYD 0.970224
KZT 588.75212
LAK 25245.228701
LBP 104252.948348
LKR 359.092553
LRD 204.901571
LSL 19.730748
LTL 3.438817
LVL 0.704466
LYD 6.328578
MAD 10.750877
MDL 19.808333
MGA 5192.990026
MKD 61.616416
MMK 2445.630016
MNT 4130.324554
MOP 9.335627
MRU 46.42523
MUR 53.654236
MVR 17.946357
MWK 2018.718644
MXN 21.180086
MYR 4.787708
MZN 74.415885
NAD 19.730748
NGN 1689.431805
NIO 42.843601
NOK 11.755591
NPR 167.474897
NZD 2.015379
OMR 0.447788
PAB 1.164249
PEN 3.913302
PGK 4.939325
PHP 68.683372
PKR 326.381174
PLN 4.23112
PYG 8006.935249
QAR 4.243476
RON 5.093347
RSD 117.408742
RUB 89.995986
RWF 1693.844389
SAR 4.371082
SBD 9.577623
SCR 15.736221
SDG 700.522602
SEK 10.954705
SGD 1.5087
SHP 0.873766
SLE 26.786325
SLL 24421.480735
SOS 664.14294
SRD 44.988081
STD 24105.266663
STN 24.490626
SVC 10.185483
SYP 12878.643782
SZL 19.715454
THB 37.105348
TJS 10.681466
TMT 4.076167
TND 3.415093
TOP 2.804124
TRY 49.506337
TTD 7.891979
TWD 36.420086
TZS 2835.847776
UAH 48.866733
UGX 4118.423624
USD 1.164619
UYU 45.532572
UZS 13927.669017
VES 289.50792
VND 30699.36285
VUV 142.165196
WST 3.249463
XAF 655.703207
XAG 0.019942
XAU 0.000275
XCD 3.147441
XCG 2.098188
XDR 0.815257
XOF 655.601918
XPF 119.331742
YER 277.642899
ZAR 19.727131
ZMK 10482.964936
ZMW 26.915582
ZWL 375.006916

Elecciones presidenciales de EEUU 2024




"El impacto potencial de una victoria de Trump en la Unión Europea: Oportunidades y desafíos"
'
A medida que Estados Unidos se acerca a las cruciales elecciones presidenciales de 2024, el mundo observa con expectación. El resultado de estas elecciones tendrá implicaciones de gran alcance, especialmente para la Unión Europea. Una victoria de Donald Trump, tras las elecciones del 5 de noviembre, podría introducir cambios significativos en las relaciones transatlánticas. Si bien una segunda presidencia de Trump presenta tanto oportunidades como riesgos para Europa, el impacto de una derrota demócrata también plantea desafíos que la UE debe sortear cuidadosamente.

Recalibrando las relaciones transatlánticas: Oportunidades para la independencia
Es casi seguro que una nueva presidencia de Trump marcaría el comienzo de un periodo de recalibración de las relaciones transatlánticas. Durante su mandato anterior, Trump priorizó un enfoque de «América primero», expresando a menudo escepticismo sobre las instituciones multilaterales, incluida la OTAN, y haciendo hincapié en un reparto más justo de la carga entre los aliados. Si Trump vuelve a ocupar el cargo, la Unión Europea podría encontrarse con la oportunidad de redefinir su propia autonomía estratégica.

Durante años, los líderes europeos han debatido la reducción de su dependencia de Estados Unidos en materia de defensa y seguridad. Bajo el liderazgo de Trump, esta necesidad podría verse reforzada, animando a la UE a mejorar sus capacidades militares y su cohesión como entidad geopolítica. Una administración Trump que permanezca indiferente a las preocupaciones europeas en materia de seguridad podría acelerar los esfuerzos dentro de Europa para perseguir una política de defensa más fuerte, en particular en el marco de iniciativas como la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) y el Fondo Europeo de Defensa (FED). Esto ayudaría a la UE a establecerse como una potencia mundial más autosuficiente.

Además, las posibles políticas económicas de Trump podrían crear espacio para que Europa refuerce sus asociaciones en otros lugares. Durante su anterior administración, la preferencia de Trump por los acuerdos comerciales bilaterales frente a los multilaterales provocó tensiones con sus socios comerciales, incluida la UE. Si Trump regresa, la UE podría tratar de solidificar y diversificar las relaciones comerciales con las economías emergentes y otros mercados clave, fomentando asociaciones que podrían reducir la dependencia de la cooperación económica de Estados Unidos.

Incertidumbre económica y divergencia normativa
Sin embargo, es probable que una victoria de Trump genere importantes incertidumbres económicas. En un segundo mandato, Trump podría inclinarse por retomar los conflictos comerciales y los aranceles que anteriormente pusieron a prueba la economía transatlántica. Estas políticas podrían socavar las relaciones económicas entre la UE y Estados Unidos, sobre todo si Trump sigue cuestionando el valor de los acuerdos comerciales vigentes o impone nuevos aranceles a los productos europeos. Sin duda, una relación comercial debilitada crearía ondas en los mercados europeos, especialmente en sectores como la automoción, la agricultura y la tecnología.

Además, la postura de Trump sobre las políticas climáticas diverge significativamente de la agenda verde de la UE. Mientras que el Gobierno de Biden trabajó al unísono con Europa en materia de cambio climático, apoyando el Acuerdo de París y promoviendo iniciativas ecológicas, Trump ha restado importancia a la ciencia climática y ha hecho retroceder la normativa medioambiental. Por tanto, una nueva presidencia de Trump podría complicar los esfuerzos mundiales para hacer frente al cambio climático, dificultando que la UE encuentre un terreno común en cuestiones medioambientales urgentes y obligando a Europa a actuar como principal defensora de los acuerdos internacionales sobre el clima.

Retos geopolíticos e implicaciones estratégicas
Una victoria de Trump tendría probablemente ramificaciones sustanciales para la postura estratégica de la UE. El enfoque impredecible de la política exterior de la anterior administración Trump provocó tensiones en las relaciones con los aliados tradicionales, al tiempo que mostraba acercamientos hacia regímenes autocráticos, como Rusia y Corea del Norte. Un patrón similar podría dejar a la UE más vulnerable, ya que una administración Trump podría quitar prioridad a la OTAN, cuestionando el valor de la defensa colectiva. Tal cambio supondría una carga más pesada para Europa a la hora de garantizar su propia seguridad, especialmente en medio de las actuales tensiones con Rusia tras la invasión de Ucrania.

Ante estos retos, las naciones europeas podrían tener que adoptar una postura más unificada en materia de defensa, con un mayor compromiso de los Estados miembros para cumplir los objetivos de gasto en defensa de la OTAN. Aunque esto podría fomentar una política de defensa de la UE más cohesionada, también podría poner de manifiesto divisiones dentro de la Unión, sobre todo entre los países más proclives al alineamiento con Estados Unidos y los que prefieren una estrategia de seguridad independiente de la UE.

Otro aspecto a considerar es la relación con China. Bajo Trump, Estados Unidos adoptó una postura agresiva para enfrentarse a Pekín, y un renovado énfasis en el desacoplamiento económico podría obligar a Europa a navegar en un delicado equilibrio. Las naciones europeas, muchas de las cuales tienen importantes lazos comerciales con China, podrían enfrentarse a presiones para alinearse más estrechamente con la postura estadounidense, arriesgándose a sufrir consecuencias económicas o tensiones diplomáticas con Pekín.

Las consecuencias de una derrota demócrata para Europa
Una derrota demócrata marcaría un cambio más amplio en la política estadounidense, que Europa no puede ignorar. El mandato de Biden se ha caracterizado por sus esfuerzos para restablecer alianzas, volver a comprometerse con las instituciones internacionales y apoyar los valores democráticos liberales. Una derrota de los demócratas simbolizaría probablemente un repudio de estos principios por parte del electorado estadounidense, lo que podría envalentonar a los movimientos populistas y nacionalistas dentro de la propia Europa.

La UE podría verse obligada a asumir el papel de defensora de la democracia liberal en la escena mundial. Ante la posibilidad de que Washington adopte una postura más aislacionista, Europa tendría que redoblar sus esfuerzos diplomáticos para defender las normas internacionales, promover los derechos humanos y contrarrestar la influencia de los regímenes autocráticos. Además, las naciones europeas cada vez más desafiadas por movimientos populistas internos podrían tener dificultades para mantener la unidad ante el creciente escepticismo hacia las instituciones democráticas liberales.

Navegando por el camino a seguir
Si bien la posible reelección de Donald Trump podría crear desafíos significativos para la Unión Europea, también presenta una oportunidad para que Europa afirme su papel como actor geopolítico independiente. La UE debe prepararse para la posibilidad de una relación más transaccional y menos predecible con Washington. Reforzar la cohesión interna, invertir en capacidades de defensa y diversificar las asociaciones globales son pasos esenciales que la UE debe dar en respuesta a una posible segunda presidencia de Trump.

Al mismo tiempo, Europa debería entablar relaciones diplomáticas con una administración liderada por Trump, buscando vías de cooperación en cuestiones de interés compartido, como la lucha contra el terrorismo y la seguridad energética. Navegar por este complejo panorama exigirá diplomacia hábil, capacidad de resistencia y una visión estratégica clara. La Unión Europea, si está unida y es proactiva, puede mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades que presenta un orden mundial cambiante, independientemente del resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses.