Zürcher Nachrichten - Un año después del éxodo, la quietud invade la isla panameña que se tragará el mar

EUR -
AED 4.321353
AFN 77.835141
ALL 96.56804
AMD 449.139216
ANG 2.106728
AOA 1079.014233
ARS 1695.184074
AUD 1.768936
AWG 2.118021
AZN 1.992233
BAM 1.958194
BBD 2.369196
BDT 143.755719
BGN 1.958299
BHD 0.443582
BIF 3474.847465
BMD 1.176678
BND 1.516554
BOB 8.157972
BRL 6.356064
BSD 1.176338
BTN 106.687409
BWP 15.535858
BYN 3.440105
BYR 23062.89483
BZD 2.365792
CAD 1.618962
CDF 2635.759666
CHF 0.934724
CLF 0.027393
CLP 1074.672004
CNY 8.300875
CNH 8.284524
COP 4477.661031
CRC 588.419252
CUC 1.176678
CUP 31.181975
CVE 110.399947
CZK 24.318409
DJF 209.476052
DKK 7.470713
DOP 74.721335
DZD 152.586923
EGP 55.83409
ERN 17.650175
ETB 183.084693
FJD 2.654467
FKP 0.880448
GBP 0.878426
GEL 3.179851
GGP 0.880448
GHS 13.527535
GIP 0.880448
GMD 85.897809
GNF 10229.50399
GTQ 9.011015
GYD 246.102914
HKD 9.156263
HNL 30.984874
HRK 7.540624
HTG 154.128398
HUF 384.849077
IDR 19612.9917
ILS 3.781332
IMP 0.880448
INR 106.72737
IQD 1540.983615
IRR 49564.636213
ISK 148.202602
JEP 0.880448
JMD 187.989789
JOD 0.834311
JPY 182.339837
KES 151.791809
KGS 102.900799
KHR 4706.75328
KMF 493.637249
KPW 1059.010108
KRW 1726.258215
KWD 0.36091
KYD 0.98029
KZT 606.721624
LAK 25490.157785
LBP 105339.96185
LKR 363.724597
LRD 207.623788
LSL 19.736525
LTL 3.474425
LVL 0.711761
LYD 6.376795
MAD 10.797398
MDL 19.856102
MGA 5243.409259
MKD 61.642135
MMK 2470.160628
MNT 4172.342754
MOP 9.429807
MRU 46.793197
MUR 54.068087
MVR 18.122306
MWK 2039.793333
MXN 21.158859
MYR 4.815557
MZN 75.201136
NAD 19.736525
NGN 1708.995639
NIO 43.292919
NOK 11.917762
NPR 170.699654
NZD 2.02867
OMR 0.452448
PAB 1.176338
PEN 3.961242
PGK 4.999111
PHP 69.218155
PKR 329.665165
PLN 4.221428
PYG 7900.657335
QAR 4.28724
RON 5.092547
RSD 117.376006
RUB 93.251745
RWF 1712.708077
SAR 4.414871
SBD 9.621406
SCR 16.951255
SDG 707.773329
SEK 10.908861
SGD 1.515962
SHP 0.882813
SLE 28.387382
SLL 24674.360085
SOS 671.120341
SRD 45.431799
STD 24354.865265
STN 24.529984
SVC 10.292581
SYP 13010.15766
SZL 19.740129
THB 37.006108
TJS 10.816413
TMT 4.130141
TND 3.440205
TOP 2.833159
TRY 50.240982
TTD 7.983759
TWD 36.839797
TZS 2921.109631
UAH 49.721477
UGX 4190.121777
USD 1.176678
UYU 46.096346
UZS 14231.395685
VES 314.690552
VND 30970.173058
VUV 142.528259
WST 3.26585
XAF 656.759788
XAG 0.0185
XAU 0.000272
XCD 3.180032
XCG 2.119991
XDR 0.818254
XOF 656.759788
XPF 119.331742
YER 280.636821
ZAR 19.744603
ZMK 10591.521493
ZMW 27.261323
ZWL 378.889935
Un año después del éxodo, la quietud invade la isla panameña que se tragará el mar
Un año después del éxodo, la quietud invade la isla panameña que se tragará el mar / Foto: MARTIN BERNETTI - AFP

Un año después del éxodo, la quietud invade la isla panameña que se tragará el mar

Ya no se escucha la risa de los niños correteando por las callejuelas de Gardí Sugdub. Todo cambió desde que hace un año casi todos sus habitantes indígenas huyeron de esa pequeña isla del Caribe panameño que será tragada por el mar.

Tamaño del texto:

La calma contrasta con la agitación de esos días de junio en que unos 1.200 gunas fueron llevados en botes hacia una nueva vida en tierra firme, una de las primeras migraciones planificadas de América Latina por el cambio climático.

Delfino Davies, quien tiene en la isla un pequeño museo con lanzas, tinajas y huesos de animales, cuenta a la AFP que detrás del éxodo llegó "la tristeza": "Ya no estaban los amigos, los niños jugando, todo quedó tranquilito como isla muerta".

De la escuela ahora solo quedan pupitres polvorientos y aulas vacías. Y muchas de las casas, de madera y caña, están con candados.

"Vacío. Nadie está. A veces me pongo triste cuando estoy acá solita", dice Mayka Tejada, de 47 años, en la diminuta tienda donde vende plátanos, ropa, juguetes, cuadernos o calabazas.

Ella, como Davies y otro centenar, decidió quedarse. Pero su madre y sus dos hijos, de 16 y 22 años, se mudaron a una de las 300 casas levantadas por el gobierno panameño en el nuevo barrio "Isber Yala", a 15 minutos en lancha y otros cinco por carretera.

Antes hacinada en sus 400 metros de largo y 150 metros de ancho, Gardí Sugdub es una de las 49 islas pobladas de las 365 que forman el paradisíaco archipiélago Guna Yala -también conocido como San Blas-, cuya desaparición, según estudios científicos, ocurrirá antes del fin de siglo.

- "Voy a morir aquí" -

En la penumbra de su choza de piso de tierra, sentada en una hamaca, Luciana Pérez, de 62 años, enhebra chaquiras amarillas para formar un collar. El lugar está impregnado del olor que despiden los tizones en el suelo, donde cuece hierbas medicinales.

"Nací en Gardí y voy a morir aquí. No se hunde nada. Los científicos no saben, solamente Dios", asegura. No teme, dice, porque desde niña en cada diciembre ha visto el fuerte oleaje y el agua que sube hasta inundar las casas.

Según Steven Paton, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), el mar subirá unos 80 centímetros con temperaturas atmosféricas, proyectadas para fin de siglo, de 2,7 grados Celsius por encima de niveles previos a la era industrial.

"La mayoría de las islas de Guna Yala están a unos 50 cm sobre el nivel del mar. Simplemente no van a aguantar. Quedarán bajo agua", explicó a la AFP este experto en monitoreo del clima.

Davies, de 53 años, recuerda que de niño ayudó a su papá a acarrear piedras, escombros y corales para hacer en las orillas de la isla rellenos que la agrandaran y mitigaran los embates del mar.

"Sacar a la gente de una isla para ponerla en otro lugar muestra la realidad que ya tenemos que afrontar en el planeta", declaró a la AFP la directora general de la COP30, Ana Toni.

- Siempre el mar -

Llovió temprano y hay que esquivar los charcos en los caminos terrosos de Gardí Sugdub. En Isber Yala, "tierra de nísperos" en lengua guna, las calles tienen aceras y están asfaltadas.

Las casas, 40 m2 de concreto y zinc, todas pintadas de crema y amarillo, disponen de inodoros en vez de retretes comunales y un trozo de tierra para sembrar. Están alineadas en bloques y a 2 km de la costa.

"Allá vivíamos apiñados y tenía que ir a buscar agua en botecito al río. Aquí llega una hora en la mañana y puedo llenar las cubetas. Y tengo luz las 24 horas", comparó Magdalena Martínez, una maestra jubilada de 75 años que vive con su nieta en la nueva barriada.

Los hijos de Tejada tampoco se arrepienten de haber dejado la isla. "Me hacen falta, pero están felices allá. Tienen donde jugar fútbol y caminar", se resigna la mujer, que borda molas -textil guna- mientras llegan compradores a su tienda.

No todo está resuelto. Aunque la escuela se mudó a Isber Yala, el centro de salud, deteriorado y sin agua, quedó en Gardí Sugdub.

"Antes venían caminando, ahora deben transportarse por tierra y luego por mar para llegar acá. Ha disminuido la consulta", lamentó el médico John Smith, de 46 años.

Algunos tienen un pie allá y otro aquí. Y hay quienes van a verificar que la choza que dejaron, cerrada o prestada a pobladores de otras islas, esté bien.

Esta semana el movimiento será mayor. Siete tinajas de chicha -bebida de maíz fermentado- están listas para la celebración del primer año en Isber Yala.

Martínez dice esperar contenta la fiesta. Pero su alegría se apaga un instante. Aunque quizás no lo verá, reflexiona, "las islas desaparecerán porque el mar reclamará su territorio".

Ese mismo mar que es lo que dice que más extraña.

F.Schneider--NZN