El Consejo de Seguridad de ONU, observador activo del conflicto Rusia/Ucrania a falta de algo mejor
Impotente para garantizar la paz en el mundo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está condenado a hacer de observador activo de la guerra desatada con la invasión rusa de Ucrania y volverá a multiplicar esta semana las sesiones de emergencia. Eso a falta de algo mejor.
Después de cinco reuniones desde la invasión del 24 de febrero, los 15 miembros del Consejo se reúnen el lunes para sostener dos reuniones sobre la ayuda humanitaria, una pública y otra a puertas cerradas, ilustrando una movilización llamada a continuar.
"Presentar la situación en el Consejo de Seguridad, incluso sabiendo que el resultado se detendrá por un veto, siempre vale la pena", dijo el embajador de la Unión Europea ante la ONU, el sueco Olaf Skoog.
"Presión, presión...", expresaron a la AFP varios miembros del Consejo, a veces rivales para convocar sesiones, con un equipo estadounidense-albanés, el primero en haber activado el Consejo, y un segundo franco-mexicano impulsando la idea de una resolución con un futuro borroso.
Con su derecho de veto, Rusia, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo (que también tiene diez miembros elegidos por dos años), tiene el poder de bloquear cualquier declaración o resolución. Y nada puede cambiar eso.
El texto fundacional de la Organización tras la Segunda Guerra Mundial, la Carta de las Naciones Unidas no puede derribar uno de sus pilares violando -como se le acusa a Moscú- su principio fundamental de no recurrir a la fuerza para dirimir una crisis.
Sin embargo, la Carta prevé casos para liberar la acción del Consejo de Seguridad.
Así, el artículo 27 estipula que un miembro del Consejo puede abstenerse de votar cuando sea parte en una controversia a la que se refiera la votación. En la práctica, esto está excluido.
Rusia nunca se ha abstenido de participar en una votación sobre Siria (usando su veto 15 veces en diez años), como tampoco Estados Unidos o Reino Unido lo han hecho en asuntos sobre Irak, Francia sobre Malí o Emiratos Árabes Unidos sobre Yemen.
- "Privilegio" -
"Realmente no hay apetito" para aplicar el artículo 27, admite un embajador occidental bajo condición de anonimato.
Un portavoz del primer ministro británico, Boris Johnson, afirmó recientemente que expulsar a Rusia del Consejo de Seguridad estaba entre las "opciones". En realidad "no", responde un diplomático que también pide anonimato.
El Artículo 6 de la Carta establece que "si un miembro de la Organización viola persistentemente los principios" de este documento, "podrá ser expulsado de la Organización por la Asamblea General por recomendación del Consejo de Seguridad".
El problema está ahí: Rusia, dotada del veto, nunca recomendará a la Asamblea (de 193 miembros) su propia exclusión...
En la historia de la ONU solo se registra un intento en 1974, cuando varios países habían intentado en el Consejo de Seguridad excluir a Sudáfrica, según el medio especializado SCP. Su resolución había recogido 10 votos a favor pero Francia, Reino Unido y Estados Unidos habían puesto su veto, precisó.
"Los miembros permanentes (que también incluyen a China) no siempre están de acuerdo en el fondo, pero se protegen unos a otros con un privilegio que los pone por encima del resto", lamenta el mismo embajador occidental.
Bajo el impulso de la UE, la Asamblea General, donde no existe el veto, compensó el 2 de marzo el fracaso del Consejo de Seguridad adoptando una resolución condenando a Rusia. Un récord histórico de 141 países de todos los continentes aprobaron este texto no vinculante, 5 en contra: Rusia, Bielorrusia, Eritrea, Siria y Corea del Norte.
Más allá del Consejo y la Asamblea, la ONU tiene otros componentes para tratar de limitar los estragos de la guerra.
Su secretario general, el portugués Antonio Guterres, quien durante mucho tiempo ha denunciado las "disfunciones" de la gobernanza global, está luchando tras bambalinas, ofreciendo mediar, pero hasta ahora Rusia se ha negado a verlo aterrizar en Moscú, según un funcionario que solicitó el anonimato.
Sobre asuntos humanitarios, el Alto Comisionado para los Refugiados o el Programa Mundial de Alimentos están llamados por su parte a desarrollar su acción, mientras que el Consejo de Derechos Humanos ha dado recientemente su apoyo a la creación de una comisión internacional de investigación sobre los abusos en Ucrania.
S.Scheidegger--NZN