Portugal cierra la campaña electoral para unas legislativas con pronóstico incierto
La campaña electoral para las legislativas anticipadas de domingo en Portugal se acabó este viernes con un pronóstico incierto, con los socialistas del primer ministro saliente Antonio Costa, hasta ahora favoritos, codo a codo en los sondeos con la oposición de centro-derecha.
La ventaja de 13 puntos que tenía Costa a principios de noviembre, cuando el rechazo a sus presupuestos de 2022 por parte de su antiguos aliados de la izquierda radical provocó la disolución del Parlamento, se ha ido reduciendo.
Según dos sondeos publicados el viernes por el diario Publico y el semanario Expresso, el Partido Socialista (PS, centro izquierda) obtendría 35 o 36% de las intenciones de voto, frente al 33% para el Partido Socialdemócrata (PSD, centro-derecha) de Rui Rio, exalcalde de Porto.
Teniendo en cuenta el margen de error de estas encuestas, los institutos se encuentran ante una "igualdad técnica" que puede significar la reelección de los socialistas, en el poder desde 2015 gracias al apoyo de la izquierda radical en el Parlamento, o el inicio de un nuevo ciclo político.
"Los dos escenarios son posibles", afirma a la AFP la politóloga Marina Costa Lobo, del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa. "Hace dos semanas, teníamos de 15 a 20% de indecisos, que estaban más bien a la derecha y que desde entonces se han posicionado".
- Incremento de la extrema derecha -
A nivel de escaños, la carrera también se anuncia reñida, en la medida que cada uno de los dos partidos puede aspirar a la victoria, y no está claro si la Asamblea quedará en manos de la izquierda o cambiará a la derecha.
Por detrás de los dos partidos que han gobernado Portugal desde la llegada de la democracia en 1974, las últimas encuestas publicadas antes de la jornada de reflexión --el sábado--, se sitúan cuatro formaciones casi al mismo nivel, con entre 5 y 6% de las intenciones de voto.
En la extrema derecha y la derecha, los populistas de Chega ("Basta") y los liberares lograrían registrar un fuerte avance, tras entrar en el Parlamento en 2019 con un solo diputado.
En la izquierda radical, los otrora aliados de los socialistas --el Bloque de Izquierda y la coalición comunistas-verdes-- podrían verse penalizados por su rechazo al proyecto presupuestario de 2022.
En las calles de Lisboa, numerosos electores siguen creyendo en la victoria de Antonio Costa, de 60 años y exalcalde de la capital.
"Creo que va a ganar, pero no por mucho", dice Luisa Marques, vendedora de castañas tostadas en el centro de la ciudad.
- Juego de alianzas -
"El PS ganará. En esta coyuntura, con la pandemia, creo que no ha hecho un mal trabajo", afirma por su parte Paulo Duarte, un treintañero que trabaja en la construcción.
Como en el resto del mundo, los contagios debido a la variante ómicron del coronavirus se han disparado en Portugal. Pero la situación del país, con la mayor tasa de vacunación de Europa, está controlada.
El gran tema de la campaña no ha sido la gestión de la crisis sanitaria sino el juego de alianzas del día siguiente a las elecciones.
Costa empezó mostrándose poco propenso a negociar con el centro-derecha o la izquierda radical, para presentarse como único garante de la estabilidad.
Pero, con los sondeos cada vez menos favorables, tuvo que reconocer que tendría que hablar con "todos los partidos excepto Chega".
El jefe de la oposición, fiel a su línea centrista, siempre se ha mostrado dispuesto a negociar con Costa las condiciones que permitan al ganador, sea quien sea, formar un gobierno minoritario sin el apoyo de los partidos radicales.
S.Scheidegger--NZN