Pedro Sánchez mantiene el rumbo pese a los escándalos en España
Pese a la proliferación de escándalos por acoso sexual y corrupción dentro de su Partido Socialista, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha optado por mantener el rumbo, rechazando tanto convocar elecciones anticipadas como remodelar a fondo el Ejecutivo.
Los casos que han sacudido a los socialistas coparon por completo la última rueda de prensa del año de Sánchez, convocada este lunes para presentar el balance de la acción del Gobierno en 2025.
Sánchez, que también lidera el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), abordó en sus palabras los escándalos, comenzando por aquellos resultantes de denuncias de acoso sexual, que han golpeado duramente a un Gobierno que se jacta de ser feminista.
- "Errores" -
"El compromiso del Gobierno y del Partido Socialista con el feminismo es absoluto", aseveró el dirigente de 53 años, quien admitió que en la formación y en el Ejecutivo "hemos cometido errores, como todos".
Pero "no vamos a aceptar lecciones" de la derecha, afirmó Sánchez, en momentos en que sus contrincantes políticos han pasado a la ofensiva ante la sucesión de casos de acoso sexual en el seno del PSOE, que han provocado la dimisión de varios responsables locales y regionales.
Para el Partido Popular (PP, derecha), el goteo revela la hipocresía de los socialistas en materia de feminismo.
El asunto más incómodo para Sánchez es el relativo a Francisco Salazar, un estrecho excolaborador suyo en La Moncloa, de donde acabó siendo apartado hace meses tras conocerse la existencia de acusaciones de presunto acoso sexual.
El caso aumentó su dimensión hace unos días, cuando las denunciantes aseguraron a la prensa que no habían sido contactadas por el Partido Socialista durante meses, pese a la denuncia que habían presentado contra Salazar.
Sánchez reconoció el lunes "un fallo" en el tratamiento de esta denuncia, pero calificó de "contundente" la respuesta de los socialistas frente a casos como este.
Los incidentes por acoso sexual son especialmente embarazosos para los socialistas en tanto que Sánchez ha basado gran parte de su Gobierno en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres.
Otro tema clave para Sánchez -llegado al poder por primera vez en 2018 mediante una moción de censura al anterior Ejecutivo de derecha, envuelto entonces en un macrocaso de corrupción- es el de la lucha contra la corrupción.
Pero su imagen se ha visto erosionada en los últimos meses por una serie de investigaciones judiciales contra personas de su entorno más cercano, como su esposa Begoña Gómez y su hermano David.
- Las "horas más críticas" de Sánchez -
El diario El País contabiliza una decena de investigaciones por corrupción.
El "caso Koldo", el más perjudicial políticamente para los socialistas, cuenta entre sus protagonistas al exministro de Transportes José Luis Ábalos, que durante mucho tiempo fue mano derecha de Sánchez y su hombre de confianza dentro del PSOE.
Actualmente en prisión provisional, se enfrenta a 24 años de cárcel.
Preguntado por estos casos, Sánchez garantizó que "la corrupción sistémica, aquella que afectaba a todo el sistema democrático en nuestro país, acabó con la salida del Partido Popular del Gobierno" en 2018.
La diferencia "entre ese antes y el ahora es que hoy se actúa con contundencia" contra la corrupción, afirmó, añadiendo que "no hay caso de financiación irregular" del Partido Socialista como entidad.
Ante lo que El País describió como en las "horas más críticas" del Gobierno, Sánchez rechazó el llamado de la plataforma de izquierda radical Sumar, su socio en el poder, a remodelar en profundidad su equipo de Gobierno.
El dirigente socialista también descartó elecciones anticipadas, como exigen la derecha y la extrema derecha, afirmando que los miembros de su Gobierno se sienten "cargados de determinación, de convicción y también de energía" para "dar lo mejor" en "esta segunda parte de la legislatura", que debe concluir en 2027.
Pero no convenció a Sumar, ya que el ministro de Cultura y portavoz de esa plataforma, Ernest Urtasun, advirtió de que "el inmovilismo no es una opción" y volvió a reclamar "un cambio en profundidad" en el Gobierno.
L.Rossi--NZN